Los drones son un invento revolucionario, y solo acaban de nacer.

 Como es sabido, su utilidad resulta asombrosa en muchos ámbitos,
 incluyendo sus aplicaciones verdes.
Ayudar a frenar la deforestación es una de ellas, tanto en la prevención 
y detección de incendios. Además, tienen increíbles aplicaciones en la 
agricultura, -si bien sus resultados no siempre son eco-amigables- y, por 
lo que nos parece, también pueden darnos grandes alegrías en lo que
respecta a la silvicultura, la disciplina que se ocupa del cuidado y 
explotación de los bosques.

En este caso, se trata de una ambiciosísima apuesta por su cuidado y 

reforestación, aprovechando la capacidad de los drones para servir 
como plantadores de árboles a gran escala. Y es que el proyecto de 
Lauren Fletcher, ingeniero de la Universidad de Oxford, y su equipo 
no se anda con chiquitas y, según hemos sabido esta semana, pretende 
plantar más de mil millones de árboles cada año con unos drones diseñados 
específicamente para esta función.